Las monedas digitales no son algo nuevo. De hecho, la criptomoneda Bitcoin -una de las más conocidas del mundo-, fue creada en 2009. Y así como existen las cripto, hay más de 10 mil monedas digitales distintas en el mundo, con diferentes características, ya sea emitidas por sistemas descentralizados o por las instituciones financieras de cada país.
En este artículo hablaremos de estas últimas. Específicamente, del peso digital en Chile. Si bien aún no existe, la posibilidad de su emisión está siendo estudiada por expertos. ¿Qué es, en qué consiste y qué implicaría? ¡Sigue leyendo!
Primero, partamos con lo básico. Una moneda digital es un medio de intercambio que se emplea, como su nombre lo dice, de forma digital. Es decir, sirve para ser utilizada electrónicamente para el intercambio de bienes y servicios, compras en línea, inversiones, etc.
Un elemento diferenciador de estas monedas se encuentra en quién las emite, es decir, si son o no centralizadas. Una criptomoneda, por ejemplo, es una moneda digital descentralizada, creada por los propios usuarios dentro de blockchain (tecnología de bloques que permite transferir datos de forma digital, con una codificación sofisticada y segura) y que no depende del valor de una moneda de curso legal. Por otra parte, el yuan o el euro digital son, por definición, monedas digitales centralizadas, emitidas únicamente por organismos financieros oficiales cuyo valor depende de la autoridad emisora y del valor de otras divisas.
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Teniendo claro lo anterior, podemos entrar ahora a lo que nos convoca: la posibilidad de una moneda digital en Chile. ¿Qué características tendría? ¿Cuáles serían sus ventajas y desventajas?
Un peso digital para Chile
A principios de mayo de este año, el Banco Central de Chile anunció el inicio de un ciclo de estudio para evaluar la posibilidad de emitir una moneda digital en Chile, en línea con lo que están haciendo otros países en este ámbito. Este interés surge de la creciente digitalización de los pagos impulsada por los avances tecnológicos y de los cambios tras la pandemia del Covid-19.
La idea es que este peso digital sirva como instrumento de intercambio, tal cual funcionan las monedas y billetes físicos hoy en día. Pero, tal como lo dice su nombre, sería una moneda que no ves físicamente ni puedes guardarla en tu bolsillo. Sería 100% digital.
Entonces, ¿cómo funcionaría el pago con este activo? Pensemos, por ejemplo, en una transacción en el comercio digital. Según explicó la entidad, sería algo así:
Posturas al respecto
La existencia de activos digitales -centralizados o no-, tiende a enfrentar diferentes posturas.
Uno de los argumentos a favor sobre un peso digital en nuestro país es el fomento de una mayor competencia en el mercado de pagos. Según el director académico de Blockchain Academy Chile, Cristóbal Pereira, “entregaría una contabilidad fiscal más transparente, dado lo trazable de la tecnología Blockchain, junto con sumarse a una revolución digital de los servicios financieros”.
Por otra parte, existen quienes creen que un peso digital podría afectar la estabilidad financiera al incorporar un nuevo activo; o que hay aspectos clave en la implementación de una moneda digital que no están desarrollados en el país, tales como educación financiera para todos, una red de seguridad robusta que proteja los datos de los usuarios, etc.
Según ha indicado el Banco Central, todos los riesgos, aspectos negativos y positivos están siendo evaluados y estudiados, para que, de emitirse el peso digital, esta implementación sea positiva para el país.
Países que llevan la delantera
En 2020, Las Bahamas fue el primer país del mundo en lanzar una moneda digital centralizada. Se llama Sand Dollar y es una versión virtual del dólar en ese país (lee nuestro artículo sobre el tema aquí). Otros que han seguido con esta tendencia son Nigeria, China, y algunos países del Caribe. De hecho, en San Cristóbal y Nieves, Antigua y Barbuda, Santa Lucía y en Granada no solo se usa de forma interna, sino también en transacciones con otros países en los que también circulan sus monedas.
Tecnología y educación financiera
La emisión de un peso digital debe considerar minimizar cualquier impacto negativo para el funcionamiento del sistema financiero o para las personas.
Es clave mejorar la educación financiera y trabajar en robustas redes tecnológicas para que operar en el sistema financiero sea fácil, democrático y seguro. Ahora, con una eventual emisión de un peso digital, esos desafíos se vuelven más importantes de cara a una modernización y cambio.
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