Las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) ya son una realidad más allá de las pruebas y pilotos. En octubre de 2020 Bahamas se convirtió en el primer país en lanzar la suya. Bajo el nombre de “Sand Dollar”, es una versión virtual del dólar de Las Bahamas que permite transferir fondos desde el celular.
Playas paradisíacas, exclusivos resorts y aguas templadas siempre han formado parte del paisaje de Bahamas, un destino codiciado por turistas de todo el mundo. Sin embargo, esta postal cambió luego de que, en septiembre de 2019, el huracán Dorian arrasara las islas de Ábaco y Gran Bahama, causando grandísimas pérdidas humanas y materiales.
Poco más de un año después, en pleno proceso de reconstrucción, irrumpió el Coronavirus, complicando aún más la conexión de estas islas con el continente y dificultando la llegada de cajeros automáticos y dinero por parte de los bancos (de hecho, en todo el mundo bajó la circulación de dinero en efectivo a causa de la pandemia, ya sea por higiene o por el aumento de compras online).
Estos acontecimientos fueron decisivos para que el Banco Central de Bahamas lanzara, en octubre de 2020, la primera moneda digital en el mundo, llamada Sand Dollar o dólar de arena. Disponible para personas y empresas que quieran comprar o vender bienes y servicios, también permite hacer transferencias dentro del país. En Bahamas un 90% de la población tiene acceso a dispositivos móviles, lo cual ha facilitado el uso de esta moneda digital.
El objetivo del Sand Dollar es acercar los servicios financieros a la dispersa población de las 700 islas de Bahamas. Gracias a esta moneda digital ya no tienen que tomar un barco a otra isla para poder realizar pagos en efectivo, sacar dinero de un cajero automático o solucionar problemas financieros, sino que a través de su celular pueden hacer transacciones seguras y a mayor velocidad de liquidación.
Cabe mencionar que el tipo de cambio de esta divisa digital es igual al dólar bahameño, que a su vez tiene el mismo valor que el dólar estadounidense.
Por otro lado, el dólar de arena facilita el acceso a los sistemas de pago sin discriminar por edad, estatus de inmigración o residencia, no tiene tasas y los costos por transacción son mínimos. Además, fortalece los controles en torno al blanqueo de capitales (AML), la falsificación y otras actividades ilícitas asociadas con el uso de efectivo.
El Sand Dollar utiliza un token digital respaldado por la tecnología de blockchain, una base de datos electrónica que almacena información en bloques. Si bien es la misma tecnología que está detrás de la red Bitcoin, el Banco Central de Bahamas afirma que no es una criptomoneda, sino una unidad de cuenta y medio de cambio centralizado, regulado, estable y seguro que responde al Gobierno.
Los próximos países en sumarse
El crecimiento del mercado de las criptomonedas ha permitido que la idea de las monedas digitales emitidas por los bancos centrales se instale en diferentes países. Según un estudio PwC Global CBDC Index, más de 60 bancos centrales han explorado la propuesta de valor única que ofrecen estas monedas digitales.
“Las CBDC cambiarán las reglas del juego, proporcionando acceso a soluciones de pago alternativas para ciudadanos y empresas, pero también reinventarán la liquidación de los mercados financieros y las transacciones interbancarias monetarias”, explica Benoît Sureau, socio de la consultora que hizo el estudio PwC Global CBDC Index.
Entre los países que este estudio menciona y posiciona como los próximos en lanzar sus monedas digitales, se encuentran: Camboya, China continental (la primera gran economía en poner a prueba una moneda digital), Ucrania, Uruguay, Suecia, Ecuador, Turquía y Corea del Sur.
Considerando la velocidad con la que está cambiando el mundo de las divisas es probable que en el futuro en Chile podamos contar con este tipo de moneda. ¿Te gustaría que nuestro país se sumara a este tendencia?