Seguro has escuchado la palabra “criptomoneda” en conversaciones con tus amigos o en los medios de comunicación. Efectivamente, es un tema que está dando mucho de qué hablar (ya sea por su popularidad, su uso, volatilidad o por la novedad que trae consigo). Ahora bien, ¿qué es? ¿cómo funciona? ¿Por qué se está convirtiendo parte de nuestra realidad? En este artículo te lo explicamos.
La criptomoneda, en simple, es una moneda digital, pero no todas las monedas digitales son criptomonedas. Pero, partamos con lo primero. ¿Qué es una moneda digital? Es un medio de intercambio que se emplea, como su nombre lo dice, de forma digital. Es decir, sirve para ser utilizada electrónicamente para intercambio de bienes y servicios, compras en línea, inversiones, etc. Hoy en día existen distintas monedas digitales alrededor del mundo, y la diferencia que existe entre ellas tienen relación con la forma que se emiten, su volatilidad y el respaldo que tiene de los organismos públicos (como, por ejemplo, el Banco Central de Chile).
Veamos un ejemplo para que no te pierdas. En 2015 se creó una criptomoneda llamada Etherum, con el objetivo de generar un instrumento descentralizado que funcionara como dinero. A diferencia de, por ejemplo, el euro digital (que se emite únicamente desde organismos financieros centrales), las criptomonedas como Etherum son creadas por los propios usuarios dentro de un sistema conocido como “blockchain”. Son parte de redes descentralizadas y no están ancladas al valor de una moneda de curso legal. Pero ojo, ambas son monedas digitales.
Entonces, recapitulemos, existen monedas digitales emitidas por los mismos bancos centrales (como el euro y el yuan digital), y aquellas que no están sujetas a las regulaciones de organismos públicos (como las criptomonedas). Las más conocidas hasta ahora son Ether y Bitcoin.
Sistema Blockchain: el laboratorio de las criptomonedas
Cuando necesitas transferir plata a un amigo, ingresas a la página de tu banco y completas la información, ¿cierto? No ves el movimiento de tu plata, y es el banco quien fija las condiciones y se encarga de realizar la operación. En el fondo, dependes de esta entidad para hacer esa transferencia.
En el caso de las operaciones con criptomonedas, esto no funciona así. Probablemente te preguntes “¿Cómo no van a existir intermediarios en una transacción bancaria? Pues he aquí la respuesta: gracias a la llegada de un nuevo y revolucionario sistema: Blockchain.
El sistema Blockchain -que significa literalmente cadena de bloques-, se trata de una tecnología que permite transferir datos de forma digital con una codificación sofisticada y segura. Es una base de datos en forma de libro de contabilidad, que funciona con bloques que se van añadiendo a bloques anteriores, que contienen datos y una especie de huella digital llamada “Hash”.
Este sistema de movimientos no necesita de intermediarios, gracias a que la información se distribuye en nodos independientes o puntos de conexión donde se puede crear, enviar, recibir y verificar toda clase de datos. Una vez que se introduce una información ya certificada en estos nodos, esta no puede ser borrada.
Fue el misterioso Satoshi Nakamoto -no se sabe si este nombre representa a una persona o a un grupo-, quien creó este sistema junto con la bitcoin, revolucionando así no solo el mercado de las monedas digitales, sino todo el rubro financiero.
Posturas divididas
Existen varias posturas en el mundo de las finanzas en torno a las criptomonedas, especialmente frente a la Bitcoin. Por un lado, su nivel de volatilidad genera rechazo en algunas instituciones financieras, mientras que, por otro lado, países han decidido incorporar esta moneda digital dentro de sus sistemas de pago, tal como El Salvador.
Tal como explicamos, una de las principales características de las criptomonedas es su volatilidad, que supera a la de la bolsa. El precio de la moneda digital puede caer en 50% en pocos días, o aumentar muchísimo su valor. Así, si inviertes en criptomonedas puedes ganar mucho más de lo invertido, pero también puedes perder casi todo en un instante.
¿Por qué ocurre esto? Algunos expertos explican que se debe a la falta de control por parte de un organismo central y a las prácticas especulativas. Veamos un ejemplo real de su nivel de volatilidad. Según consignó el medio El Economista, la bitcoin “pasó de valer 1 dólar en abril de 2011 a los 29,6 dólares en junio de ese año: una subida del 3.000% en apenas dos meses. Pero eso tan solo fue el comienzo de una historia de saltos descabellados en su precio. En octubre de 2013, valía 123 dólares y en noviembre alcanzó los 1.137 dólares”.
Es por esto que algunas instituciones financieras y autoridades políticas ven con rechazo a esta moneda digital. Tal es el caso de China, que hace unos meses cerró las puertas al uso de la Bitcoin y otras similares, prohibiendo su uso.
Pero no todo es escepticismo. Muchos expertos creen que el mundo de estos activos digitales es demasiado grande para ser ignorado. A entender de muchos, estas monedas digitales tienen varias ventajas en comparación con las monedas centralizadas o físicas. Entre estas mencionan: un menor costo, un alto grado de portabilidad, confidencialidad y anonimato, mayor rapidez, el hecho de que no tengan comisiones de terceros, y que funcionen de forma descentralizada.
Aún no sabemos cómo se comportará la criptomoneda en el futuro ni qué rol tomará si los países comienzan a utilizarla como moneda de cambio. Pero es importante saber en qué consisten y por qué escuchamos tanto sobre ellas en las noticias sobre el mercado financiero.
Y tú, ¿qué opinas de las criptomonedas?